Audiodescripción de productos audiovisuales

Vivimos en una era esencialmente visual. De hecho, con el sentido de la vista captamos hasta el 80 % de la información que utilizamos para desenvolvernos en nuestro día a día. Un ejemplo claro de ello lo encontramos en los medios de comunicación, fundamentalmente audiovisuales, de los que dependemos para tener acceso a la información y entretenimiento.

Según datos del año 2022, en España hay unas 980 000 personas con discapacidad visual, 60 000 de ellas, ciegas. Y esta cifra aumentará en el futuro a causa del envejecimiento de la población.

  • En una cabina de locución, una mujer graba la pista de audiodescripción de una película.

¿Qué es la audiodescripción y quién se beneficia de ella?

La audiodescripción (AD) es un servicio de apoyo a la comunicación. Permite a las personas ciegas o con discapacidad visual disfrutar de experiencias compartidas con el resto de la comunidad. Consiste en traducir las imágenes en palabras, es decir, en describir los elementos visuales esenciales de una obra para entender la trama, el contexto o los detalles importantes.

Con el uso de la AD, las personas con discapacidad visual pueden acceder a contenido audiovisual, disfrutar de él y entenderlo de manera autónoma, en igualdad de condiciones. Las empresas y los productores audiovisuales también se benefician de la AD, ya que amplían su mercado y llegan a una audiencia más diversa.

 

El proceso audiodescriptivo

La norma española UNE 153020 establece los criterios básicos de esta disciplina. Aunque la práctica de la AD no es una ciencia exacta y requiere una toma de decisiones constante por parte del audiodescriptor, existen unas pautas comunes a seguir:

Análisis previo: en primer lugar, hay que evaluar si la obra es apta para ser audiodescrita, ya que no es aplicable a todos los productos audiovisuales. El análisis previo también ayuda a identificar los elementos esenciales, los importantes y los accesorios.

Elaboración del guion: aplicar un estilo de escritura claro y fluido, usar un vocabulario conciso y adecuado, identificar correctamente las pausas en los diálogos para incluir las descripciones y evitar la subjetividad son algunas de las indicaciones que establece la norma para confeccionar un buen guion. Imponer el sentido común también es una buena estrategia.

Locución, mezcla y montaje: la voz de la narración debe ser agradable, con una dicción correcta y un tono adecuado. Finalmente, se limpia la pista sincronizada y se comprueba que cumple los requisitos de calidad.

 

En MultiSignes llevamos más de 15 años trabajando esta disciplina. Además, seguimos las directrices de la norma UNE 153020, así como las recomendaciones y buenas praxis de otras directrices complementarias, con el fin de lograr un resultado de la máxima calidad que cumpla con las expectativas del espectador.

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